03 diciembre 2011

La princesa Tralarí

La princesa Tralarí

Antes de nada: HOY CUMPLO 4 AÑOS DE BLOGUEOOOOOOO!!!! Increible, como diría David Bisbal. No me enrollo y vamos a lo que vamos que es leer (vosotros) y escribir (yo).

Esta es una de esas historias que cada Sábado, sobre las 9.45 a.m., les cuento a los oyentes del programa de Radio ¡Cómo mola! de www.laradioabierta.com.

Recomiendo leer el cuento con soniquete y musicalidad para que sea más divertiplus. He dicho!

Hoy no voy a contar una historia que rime pues está escrita en prosa, qué cosa. Es una historia que no es de una rosa, tampoco de un lirio ni de una mariposa. Es una historia que habla de niños. Tal vez me equivoque y no hable de niños, tal vez esta historia tenga otro camino.

Vamos a suponer, aunque es mejor imaginar, que habla de reinos, de reyes y reinas, de caballeros y de princesas. Y en esta historia no habrá dragones, ni brujas malvadas; no habrá villanos ni príncipes ranos, que si fuesen rana serían princesa de una villa encantada. Y esta es la historia de una princesa que siempre cantaba y ‘Tralarí’ en el reino la llamaban.

Erase una vez se era, en un reino más allá de los mares al que sólo podías viajar en el sonido de un susurro, una princesa feliz y contenta que a sus padres, los reyes, por su cumpleaños pidioles un burro. Como el reino estaba lleno de ellos, de burros, sus padres, los reyes, le preguntaron cuando soñaba, dormida en el bosque en un claroscuro.

‘¿Qué animal deseas, un burro que sea tarugo y rebuzne o un burro que sea de madera?’

‘Quiero un pato para la bañera’ decía la princesa, que estaba dormida. ‘Una oveja, una hormiga. Eso, una hormiga que sea mi amiga. Aunque una princesa con una hormiga de amiga sería una princesa afligida porque su amiga, la hormiga, podría perderse en el ombligo de su barriga. Entonces esta princesa, osea: yo, se quedaría muy triste si perdiese a su amiga en un viste y no viste.’

Los reyes, que no entendían este galimatías, marchábanse confusos al reino de burros cuando su hija, la que era princesa porque no tenían otra hija ni joven ni vieja, pegó un grito que les detuvo parando al paje, a la guardia, al corcel y también al burro.

Los reyes dijeron ‘¡Shrek! Esta no es tú historia. Deja a nuestra hija dormir en la gloria’

Y la princesa recién levantada, intentando hablar, sólo balaba. ‘Beee, beee. Una oveja, una oveja. En mi cumpleaños quiero una oveja para que sea mi amiga y que juntas nos hagamos viejas.’

Y colorín colorado los reyes a su hija una oveja regalaron.

4 comentarios:

  1. ¡Shrek! ¡Je,je,je!

    Claro, es que una hormiga... además que es "tonta".

    Muy entretenido el cuento :)

    Un saludito.

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  2. Muchas felicidades, guapetón!!!

    besicos, te echo de menos, a ver cuando caigo por Madrid...

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  3. Pues venga, a por el quinto. Hasta el infinito y más allá.

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  4. Es que las hormigas tienen un cerebro pequeñito Esther. A ver si se me ocurre otro de 'hormigas', jeje. Besos hormigueados.

    Gracias Belenchu Yo también sus echo de menos, que lo sepas, aunque últimamente estoy de un liado que me da hasta meidito. Besos mágicos, majica.

    Señor Jordicine ¡¡¡A por el quinto y más allá!!! Abracetes desde el infinito.

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