27 junio 2011

La montaña del mañana


Se levantó, cogió una cuerda, se calzó adecuadamente y se fué a la montaña a escalar. Era la montaña más alta de la región. Había quien decía que era dura; coser y cantar para otros. Sin embargo para él era una motivación. Llevaba subiendo por sus laderas desde niño. Se plantó en la falda de la montaña, frotó sus manos, contuvo la respiración un instante y comenzó a subir. No se notaba el esfuerzo en su rostro, aunque algunos tramos se le hicieran duros. Cuando llevaba pocos metros recorridos, respiró profundamente y bajó de nuevo.

Feliz, recogía sus cosas ante la atónita mirada de unos jóvenes que comenzaron a burlarse por lo poco que había recorrido.

- Qué "rajao". No aguanta una mierda. La montaña ha podido con él.

Les sonrió y, muy educadamente, contestó.

- Lo importante no es lo que haya subido hoy. Lo que de verdad importa es volver aquí cada día y subir un poquito más. Así es la vida.

Cargó su mochila con su verdad, la única verdad que no era de otros, y se marchó esperando que llegase el día siguiente para ver que le deparaba el mañana porque "mañana será otro día y aquí estaré para subir un poquito más hasta alcanzar mi cima"

Img de aquí

5 comentarios:

  1. Y aunque a veces parezca mentira, y aunque desde que soy un parado más tengo menos tiempo que cuando trabajaba, y aunque esté metido en mil y un proyectos, todo lleva su ritmo. Ains cuanto me ha costado aprenderlo.

    ResponderEliminar
  2. Pues eso mismo, querido... poco a poco...

    Besicos

    ResponderEliminar
  3. El día malo el aquel en que nos vemos oblgados a retroceder, mientras se avance, por poco que sea, es un buen comienzo. SAbemos de lo que hablamos, no lo que decimos.
    Un abrazo mantecoso y azucarado.

    ResponderEliminar
  4. cada día tiene su propio afán...besitos lokuelo

    ResponderEliminar
  5. Poquito a poco se van haciendo las cervezas en el bar, digo el camino al andar.

    Besos y abrazos requeterefrescantes a ritmo se samba para los tres, Belén, Dany y Susan<

    ResponderEliminar

La máscara del más turbado