Viene de esta
Cuando despertó se encontró fuera del portal, cubierta por unos cartones, con unas monedas a su lado y un libro “No title, no help. Self-help yourself. Secret of self-steeem”
Se tocó el culo y el ano ya no le sangraba. Dolía pero no sangraba. Se recompuso como pudo y volvió a su hogar. Una vez llegó a casa entró sin hacer ruido. Mientras se dirigía a su habitación se extrañó al ver sobre la mesa un trozo de tarta -su intelectual marido nunca se había dignado a cocinar –, una copa con champagne y un regalo. Se sentó a disfrutar de la tarta y desenvolvía el regalo mientras saboreaba el champagne. Casi se cae de la silla: “¡el consolador con el que le habían vejado!”
No creía que su marido fuese a darse cuenta de que era ella. Tenía merecido lo que le había pasado por no haber confiado en él pero disfrutaba poseyéndolo, teniendo el control. Hacía más de un año que su marido había ido a visitarla buscando esa satisfacción que su mujer no era capaz de darle. Ella le reconoció al instante aunque él trataba de ocultarse enrojecido por la vergüenza. Ella le propuso una sesión como “su juguete” incondicional. Él no se negó y se sometió a ella. Cuánto disfrutó sodomizándole. Cuánto disfrutó siendo sodomizado. Él volvió varias veces hasta que se creó una dependencia hacia ella, a ser humillado por ella. Contra más daño le hacía más daño le hacía ella. Pero ese día cometió un descuido. Repitió las mismas palabras que él le dijo la noche anterior “después de la paliza un buen polvo nunca viene mal”
Después de aquel día no volvió a dominar. Las palizas de su marido se volvían más frecuentes pero veneraba su culo. A veces con el dildo, otras lo sustituía por cualquier otro objeto estriado. Así le pagaba las sesiones en las que ella había disfrutado torturándole y “compraba” su silencio.
Comenzó a leer el libro que había encontrado y empezó a comprender que no tenía que pedir perdón por existir, que tenía que quererse cada día un 5% más y poner más “consciencia” en las cosas que hacía y en su relación con los demás. Poco a poco retomaba las riendas de su vida y se sentía más querida por sí misma.
Cierto día en que su marido regresaba pronto a casa este se encontró con su esposa vestida como la domina que era. Con la fusta en la mano le dijo, “cariño, hoy tendremos una sesión muy especial, sin límites”
Cuando llegó su encargado, unos minutos más tarde, se encontró con el marido enfurecido golpeando a su esposa, sin control. Cuando le amenazó con denunciarle si no paraba de golpear a su mujer se enzarzaron en una cruenta pelea.
Mientras sus amantes peleaban ella se dirigió a su habitación y volvió con un revolver cargado con seis balas. Solo le hicieron falta dos. Cuando llegó la policía se encontró con una escena de violencia doméstica en la cual un amante resentido, que había aparecido para vengarse de su ex, había matado al marido de esta siendo después asesinado por la víctima en defensa propia cuando este intentaba forzar tener relaciones sexuales con la mujer. La mujer presentaba diversos golpes y contusiones en el cuerpo, así como severas muestras de violación.
No hubo juicio y ella salió impune ya que había sido víctima.
Empezaba su nueva vida y seguía leyendo. Contra más leía más se quería a sí misma. Se quería porque sabía que siempre había tenido el control, que había utilizado su sexualidad, sus curvas, para crear y controlar el deseo de los demás hacía ella. Se nutría de los buenos sentimientos de aquellos que la rodeaban y, cuando se encontraba saciada de ellos, los humillaba llevándolos al límite de sus capacidades, forzándoles incluso al desahogo físico sobre su persona. Contra más fuertes fuesen los golpes más disfrutaba con su caída. Nunca quiso niños que le robasen su protagonismo aunque siempre dijo que sería una buena madre.
Y seguía leyendo, como siempre había leído, aunque fuese “lenta” Y buscaba, como siempre había buscado, alguien más a quien pudiera hacer daño y que pudiera hacerle daño a ella porque siempre lo dijo: “después de la paliza un buen polvo nunca viene mal”
Si las fotos son tuyas avisa si quieres que las quite.
Las fotos son: foto1, foto2, foto3
Y aquí se acaba la historia.
ResponderEliminarNo todo es lo que parece ni parece lo que es. Dentro de la ficción rasgos de una realidad que "está ahí fuera", más cerca de lo que pensamos. Aunque vivimos en un mundo donde la apariencia lo es todo pero por suerte no para todos.
Si lo he conseguido volverás a leerla para ver lo que te has perdido antes de llegar al final. Si no, tendré que volver a intentarlo :P
Hasta el infinito y más allá
Tendré que leerlo de nuevo, post largo y a plazos... mal rollo!
ResponderEliminarBesicos
Yo también voy a tener que leerlo de nuevo...
ResponderEliminarBesitos
Ufff, 1º parte
ResponderEliminarUfff, 2º parte
Ufff, 3º paret
yo tambien tendré que volver a leer.
Besos loco
Belén, Mónica y Sara Es cierto, esta vez me he pasado un pelín escribiendo. Eran casi 3 folios de una historia un tanto giratrónica, pero si lo pongo de golpe no hay dios que se lo lea del tirón, jejeje.
ResponderEliminarLa próxima la medito un poco más o cuelgo un pdf jajaja.
Besos a ambas las tres.
Pues yo me lo he leído del tirón y me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarEscribe más historias así jeje me encantó.
Besazos
´Del tirçon y si.. si desmenuzamos comportamientos es facil que encontremos casi todos dentro de nuestro propio vecindario... ¿que papel me pido yo?
ResponderEliminarUfsss que mala mente debe ocultarse en esa cocorota sin pelo... en que pate del relato te ves reflejado? en la sodomización? o cuando ella le fustiga a él?
ResponderEliminarVaya infancia debiste pasar.
jajajaja
Pelín sordida la historia, pero curiosa...Es cierto que hay una realidad hay fuera que es ajena a nuestra vida, pero que está en la vida de mucha gente...
ResponderEliminarAbrazotes
Leyre No sé si así pero seguiré escribiendo, aunque tengo ganas de matar a gente jejejeje. Besos besantes
ResponderEliminarSé tu misma, es el mejor papel Eria. Besos infinitos
Hay muchas partes aunque ¿ninguna? sea mía Nco Cuales serán¿? Abracetes tron
Al menos está vez la he retorcido un poco Mr Blueberry Pero sí, hay una realidad ahi fuera. Abracetes abrazantes