17 mayo 2009

La carta



Había pensado en suicidarse, como tantas veces había pensado hacer tras cometer una equivocación, la última equivocación. Para él era lo más sencillo; borrachera y acabar con su vida. No encontraba la manera de solucionar aquello que, aunque le pesase reconocer, era culpa suya.

De familia humilde siempre había hecho lo que quería, aún sin tener recusrsos económicos. Trabajaba en lo que le gustaba, hacía aquello que le llenaba, era feliz siendo feliz y haciendo felices a otros pero en su interior sabía que todo era fachada: él no era feliz. Tenía un don, o eso decían: era superdotado. Pero aún con su superdotación no era capaz de llevar a cabo, o a término, cada idea que tenía, cada ilusión que le llenaba, cada "genialidad" que nacía en él. Orgulloso, era incapaz de pedir ayuda. Estaba lleno de conflictos, traumas, inseguridades, miedos y un sin fín de trabas que ponían impedimentos a su desarrollo como persona. Y lo más importante: aunque dijese lo contrario, no creía en sí mismo.

Usaba el alcohol y las drogas para "dejar de pensar" Si empezaba a alcanzar sus sueños, a destacar, creaba una trampa que le "dejase en el camino" para así poder decir que ese no era su destino o que la culpa era de otro. Si las cosas le iban bien, inventaba algo que las torciesen para así poder echar la culpa a terceras personas.

En su incesable afán por no reconocer las cosas, no se había dado cuenta de que tenía un gran vacío afectivo. Envidiaba las relaciones de la gente que le rodeaba, aunque él decía que ya había elegido su camino y que, ese camino, le imposibilitaba compartilo con alguien que pudiese frenar su desarrollo. Pero en el fondo sabía que todo era mentira. Echaba la culpa de su "no-potencia", de su escasez de apetito sexual a su ex, pero en el fondo sabía que eso nunca le había pasado, que simplemente había inventado, como tantas otras veces, una disfunción erectil que solamente estaba en su mente ya que, en la soledad de su cuarto, con los videos porno, o cuando quedaba con alguna chica -previo pago- la tensión de su entrepierna le demostraba que todo funcionaba correctamente. Pero cuando estaba con alguna chica que le gustaba, se inventaba excusas del tipo: "funciona por su cuenta" "tengo otras cosas en la cabeza" o, simple y llanamente, se ponía como excusa que, tal vez, le gustaban los hombres -cosa que sabía a ciencia cierta que era inviable, aunque tuviese arranques por ampliar su sexualidad-

Si conseguía que su esfuerzo aumentase su cuenta corriente, inventaba cualquier excusa para hacer que su cartilla volviese a estar en negativo y defraudar, así, a todos aquellos que confiaban en él.

Sin reconocerlo, tenía cierta adtitud masoquista. Cada día que pasaba se alejaba un poco más de sí mismo alejándose de todos. Excusaba su "falta de progreso" a su pobre fuerza de voluntad, esa fuerza de voluntad que le había llevado a conseguir lo que muy pocos habían conseguido, aunque nunca hubiese coronado la cima debido a su "mala suerte"

Se le daban bien los idiomas, las artes, la lógica, las relaciones humanas y otro sin fín de cosas, pero, según pasaba el tiempo, era como si andase hacia atrás, como si desaprendiese lo que ya había aprendido. En lugar de luchar por ello se dejaba llevar, siendo arrastrado por la corriente. Siempre decía "mañana lo dejo" pero ese mañana nunca llegaba. Empezaba, pero no continuaba, seña carateristica de su pobre existencia.

Se aferraba al pasado y a "lo que otros decían" para no ver el problema, para no analizar ni analizarse.

Un día, después de haberla vuelto a liar, se sentó en la mesa y comenzó a escribir una carta. Ese día comenzó con una llamada en su cabeza y una frase: "es duro tener un Don y no saberlo aprovechar. ¿Empiezas o terminas?"

Llamó a su madre y comenzó a escribir: ¿Empiezo o termino?

Su entorno reflejaba su lucha interior. La sangre se agolpaba en su cabeza, no era lo único.

7 comentarios:

  1. Y aún así, cuando escribes, te reflejas en tú escrito sin pararte a pensar que no eres TU quien escribe, si no el escrito.

    Hoy ando tristón. Debería empezar con una sonrisa.

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  2. Ainsss, ya te notaba trsitón al leer esa historia conmovedora..así que te regalo una sonrisa y te dejo un saquito de besos..
    Besitos dulces..

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  3. Todos nosotros tenemos miedos, trabas y traumas que muchas veces nos hacen ser torpes en nuestra evolución, pero no por eso tenemos una actitud masoquista, si no que a veces se nos pone todo de un complicado...

    Besicos de en cuanto tenga un rato te llamo

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  4. No te pares a pensar... coño... vamos a por unas birras... y a parlotear...

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  5. a veces me pierdo contigo. ya no sé si lo que yo pienso es verdad, porque me lo niegas, o no es verdad y sólo escribes casualidades o invenciones. complicado como una mujer, jodío!
    llevo días escribiéndole una carta a mi padre...

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  6. Es lo que hay. Hay días para echarse unas risas y otros para reírse menos. Ayer me tocó reírme menos, pero gracias por la sonrisa y el saco de besos SusyQué te voy a contar que no hayamos hablado Belén Besos, cielo.

    eso a parlotear, que no a Parla Saturnalia Que no falte. Abracetes.

    Si te pierdes es porque intentas enterderme Ana. Te voy a ayudar: Sigue escribiendo a tu padre. Chaus

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  7. puff conmovedor relato, para mi que se exige demasiado asi mismo y por miedo a no alcanzar sus propias metas se autoboikotea, todos lo hemos hecho alguna vez.
    Igual me equivocó pero es mi humilde opinión, si fuera mi caso daría pasos pequeños en un principio y no me exigiría tanto, quizas de esa manera dejaría de sentirme tan triste y a alegrar esa cara..

    bessitos

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La máscara del más turbado