11 diciembre 2008

La historia de Enrique José [p2]

Viene de aquí: "La historia de Enrique José [p1]"

Esto sucedió durante mucho, mucho tiempo sin que Enrique José aprendiese la lección que debía aprender. Hasta que un día, tras escupir el desayuno, ya que su sabor era detestable, su prometida entró por la puerta y le dio una grata noticia; al menos grata para ella.

- Enrique José –dijo su prometida- Voy a casarme con el joven Príncipe de Vequelar. Podría ser el Príncipe Delavega pero no, es de Vequelar.

- Pero ¿por qué? ¿Acaso no eres feliz conmigo? –respondió Enrique José afligido.-

- Lo siento. Pero no es para mí la vida que puedas ofrecerme trabajando todo el día en el campo. Yo nací para ser feliz y no desgraciada. Lo mío es el lujo y vestir de Versacce.

- Yo puedo darte todo eso y más aún teniendo menos.

- Ah! Haberlo pensado antes. ¡Adiós!

Y su prometida salió de la casa dando un sonoro portazo.

- Ya verás como me toque la primitiva. Te vas a enterar. Vendrás de rodillas a lamerme los pies y no me los pienso lavar, para que te fastidies ¡Pérfida!

Y dicho esto Enrique José se marchó a llevar su boleto paseando por la plaza del pueblo, donde todos le abuchearon y abuchearon y abuchearon... y abuchearon y los más pequeños le tiraron piedras.

Después de entregar el boleto y darse una vuelta por la campiña, Enrique José se dispuso a comprobar si había resultado agraciado, que desgraciado ya era un rato. ¡EUREKA! Era rico, muy rico. Enrique José estaba henchido de felicidad. Ya olía el hedor del estiércol en sus pies cuando Umberta, su ex, fuese corriendo a besarlos implorando su perdón. Dando saltos de alegría se encontraba cuando un supuesto ciego le robó el boleto, por supuesto, y gritó:

- ¡Al ladrón! ¡Al ladrón! ¡Qué me roban! ¡A mí la legión! -gritaba el ciego-

E instantáneamente apareció el alguacil, que arrestó a Enrique José por delincuente, malandrín y por aprovecharse de un ciego, ante los gritos y protestas de nuestro joven protagonista. Llevaron a Enrique José a los calabozos para procesarle y castigarle al día siguiente. Y en ese reino a los que robaban les colgaban de las uñas de los pies o les cortaban las manos.

Ya en el calabozo, sumido en una profunda tristeza, profirió un gran lamento y sollozó.

- Yo, que antes era rico sin tener nada, lo he perdido todo por mi orgullo, ambición y cólera. Si pudiese volver hacia atrás cambiaría todo aquello que he hecho de manera malvada y lo haría correctamente.

Cuando terminó de pronunciar estas palabras hubo un estallido de luz y aparecióse su hada madrina, que díjole, fríjole:

- Ahora tienes que besarme los pies, que hace días que no me los lavo, suplicar mi perdón y, a lo mejor, te puedo perdonar.

Enrique José, arrodillóse frente a su hada y, cuando iba a comenzar a besar sus pies, esta le apartó.

- Anda, aparta goloso, que al final te va a gustar. No me seas guarrete. Veo que por fin has aprendido la lección. Volver, sólo lo pudo hacer Pedro Almodovar, -que por cierto no me gustó nada, ¿será porque no la he visto?- pero, si tu arrepentimiento es sincero y de corazón, mañana saldrás libre.

- ¿Cómo no me voy a arrepentir si aquí no hay servicio y ya llevo tres caquitas enterradas? Además, hoy tengo el estómago un poco sueltito y no quiero pensar en cómo va oler esto esta noche -dijo Enrique José bañado en lágrimas- ¡Jo! Me duele la tripita y me he portado muuuy mal.

- Si tu arrepentimiento y reflexiones no se pierden en las paredes de estos muros, como te he dicho antes, mañana serás libre como el sol de la mañana. Pero antes debo avisarte: Si vuelves a las andadas otra vez, perderás todo y no podré ayudarte en nada. A parte, no creo que fuese de tú agrado el agacharte a por el jabón en las duchas de la prisión. Quedas avisado.

Enrique José al fin pudo dormir esa noche y al día siguiente todo transcurrió como había dicho el hada. Demostraron que el ciego no era ciego, sino un ladronzuelo del lugar y Enrique José quedó libre.

Nuestro joven plebeyo, Enrique José, no olvidó sus lamentos ni las palabras del hada e hizo todo lo que estuvo en su mano para enmendar todos sus errores. Conoció a otra chica, Hermenegilda, con la que tuvo una vida plena hasta que un día, un tremendo eructo, escapó de la boca de Enrique José.

- Mejor fuera que dentro -se disculpó.-

- Depende de qué -respondió su nueva amada Hermenegilda-

Y así Enrique José vivió feliz en un reino feliz por siempre jamás. ¿Puedes apagar la luz cuando te vayas? Es por ahorrar. ¡Gracias! digo..

FIN

11 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajajajaja. Me ha encantado el tono en la frase "haberlo pensado antes".

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  2. Si es que las mujeres somos así, siempre hay alguna que solo va por el dinero :)

    Besicos cosa rica!

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  3. Alguna o algunas, Belén. Ja ja ja. Pero también pasa al revés, como no. Un abrazo, Masakoy.

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  4. jajajajajajajjajajajajjaj
    jajajajjajajajajjajajajaja
    pero si eres un crack de las fábulas, al carajo la historias ya conocidas, tengo ante mi, el creador de la literatura que le leeré a mis hijos el dia de mañana!
    muak!

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  5. Bueno... ya se sabe, quién todo lo quiere todo lo pierde.. aunque si sabes rectificar a tiempo...
    Por cierto... QUÉ MALAS SOMOS LAS MUJERES NO????? MUAAAAAAAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!

    Venga... menos dramatizar que vosotros os las traéis! ;)

    Besos Principe de Vequelar!!!! (Me ha encantado ese Reino... el de Vequelar... jajajajajaja!)

    Muakssssssssss!!!!!!!!

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  6. A mí lo que me ha molao es lo del Príncipe de Vequelar!!! Cuanto daño han hecho sus galletas!!! jajjajajja

    Eres un crack, en serio.

    Besines :)

    p.S.: Hay [p3]?

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  7. pero que gracia que tienes joio jajajajj un beszazo

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  8. Ja,ja,ja...buenísimo...aún me estoy riendo...
    besitos.

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  9. Es que es cierto Dintel, si el chico lo hubiese pensado entes otro gallo cantaría.. o no, jajaja. Besos besantes.

    Hombre belén las mujeres que yo conocozco no van a por el dinero, van a la compra y se gastan el dinero... o algo así. Besos majica.

    Tienes raión de calalamares Jordicine; los hayq ue también van por la pasta... pobres desgraciados. Abracetes a dos manos.

    Con tanta risa no se si voy a poder mejorarlo Cat´s, peor no se los las a tus hijos no vaya a ser que se traumaticen como yo, jajajaja. Besos fabuleros.

    Las mujeres no sois malas PinUpSoy , solamente os han dibujado así, jejeje. Besos de Vequelar.

    Fíjate si han hecho daño esas galletas Pati que un amigo se vistió como el Príncipe de Vequelar para asistar a la boda de otro ammigo. Besos dulces y galleteros.

    No tengo gracia Eria pero si he conseguido sacarte una sonrisa, algo tendré, aunque sea poco tiempo, jejeje. Besos de oreja a oreja.

    Ay Adnama la idea es esa... que os divirtáis, es mi vena venera. Besos escotados.

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  10. Estás chalao... pero con gracia :)

    Oye, ese Hada no me ha gustado... no es la que me imaginaba de pequeña...

    Besicos

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  11. qué bueno, de verdad que me ha encantado, y el hada, qué punto¡¡¡
    besitos, artista.

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La máscara del más turbado