04 diciembre 2008

Un tío raro en Hogwats (parte dosera)

Cómo el cumnple fue ayer, hoy seguimos con la parte dos o la que va después de la uno, del espectáculo espectaculante. Más imaginación imposible chatas y chatos, jejeje. El vídeo es justamente del principio, para que lo sigas con el texto, jajaja. Y como la parte unera, o uno, es lo que charluco en el video, pues no hay enlace por si la quieres leer.

Ay, que bonito es el amor cuando es correspondido con pelos alrededor.




Por fin, pensé que esto no acabaría nunca. La próxima vez pongo una música más corta palabra. Esto acaba conmigo. Bueno, ya hemos empezado pero… ¿Dónde está el mago? Pues por aquí no anda. Antes de nada debo confesarles un secreto… el mago no es que no haya venido. Lo que pasa es que es un poco tímido y le cuesta salir. Es cosa de familia, es primo mío.

Ya saben ustedes que (pausa pensante) ¿No os importa que os tutee no? No en serio. Es que a parte de que me siento más cómodo, hay una gran diferencia entre tú y usted. Por ejemplo en mi trabajo. Sí trabajo, señora, me gano la vida. Que a lo que iba. Un día me llamó mi jefe, el señor… jefe y me dijo:

- Señor Ardo ¿Sería usted tan amable de seguir al señor Gutiérrez a ver que es lo que hace? Porque todos los días abandona su puesto de trabajo durante tres horas y no somos funcionarios. Además, cuando vuelve siempre está sonriendo y eso nos tiene preocupados.

- ¿Paga la empresa?

- Si.

- ¡Hecho!

Y seguí al Guti. Y descubrí qué es lo que hacía. Y se lo dije a mi jefe.

- Señor jefe, ya sé lo que hace Gutiérrez.

- Cuente, cuente.

- El señor Gutiérrez todos los días, a la misma hora, abandona su puesto de trabajo

- Eso ya lo sabía.

- Si, pero lo que no sabe es que coge su coche, se va a su casa, se acuesta con su mujer, se fuma sus puros y regresa sonriendo por el trabajo bien hecho.

- Aaah! Entonces no tenemos de qué preocuparnos.

- ¿Le puedo tutear?

- Sí, sin problemas, estamos en familia.

- Pues te decía que el señor Gutiérrez coge TÚ coche, se va a TÚ casa, se acuesta con TÚ mujer, se fuma TÚS puros y regresa a su puesto de trabajo.

Hay una diferencia muy grande entre tú y usted. Así que, si no os molesta, os tuteo.

Ahora que ya somos amigos no sé si sabéis que por norma general, en las familias, alguno de los hijos suele heredar la profesión del padre. Ya sabéis… O lo haces (gesto de caneo) o lo haces. Pues en mi casa lo mismo. Una familia tradicional, typical spanish; un padre, una madre… ocho hijos, lo normal. Y como todos los padres mi padre tenía su profesión, era mago. No nos dimos cuenta hasta mi cuarto hermano. Vosotros habéis escuchado la frase esa de… “Hola chati, ¿te hago un juego de magia? Te echo un polvo y desaparezco.” Seguro que más de uno la ha utilizado. Bueno, pues en el caso de mi padre no era una frase, era una realidad. Cada vez que venía mi padre, a eso de las 2 de la mañana, sacaba su varita y pin pan, pin pan. Nosotros que escuchábamos el ruido íbamos corriendo (gesto de alegría):

- Ha venido papá, ha venido papá. ¡¡Coño!! ¿y papá?

Y mi madre:

- Hijos, miradme a la cara.

- Mamá, ¿y papá?

- Ahh!! Como es mago… ha echado unos polvos y ha desaparecido. Haber venido antes.

Claro y a los nueve meses llamaba por teléfono a mi madre:

- qué, ¿te ha gustado el truco?”

Y mi madre:

- Pues la verdad es que mucho, 3 kilos 200 ha pesado.

Así hasta ocho y medio. Si, si, ocho Y MEDIO. Lo del medio tiene su explicación y, para los viciosillos, (Llevándose el índice a la tocha) la explicación no está en las drogas. En la última visita que hizo mi padre pues… ¿qué paso? Pues que habían inventado el móvil, bueno el portátil en su época, que era como el teléfono fijo pero unido a un maletín. Entonces, como el hombre se había actualizado y esos chismes si los apagabas no había Dios que los encendiese, pues estaba con su truquillo de siempre cuando sonó el portátil y le cortó el rollo. Claro, es que antes los portátiles no tenían modo silencioso ni nada y cuando sonaban se enteraban en tu casa y a 20 kilómetros. Así que mi padre sólo echó medio polvo. Sshhh, cortito pero efectivo, que a los nueve meses otra vez en el hospital. Claro, mi madre preocupada. Con lo que cuesta mantener ocho bocas “mama, tengo hambre, mama, los libros del cole, mama, que en el colegio me llaman maricón… y a mi que? A ti put… Si, te lo voy a decir para que me pegues y me castigues” Coño que una tiene paciencia pero no tanto. Y si mal se aguanta ocho, imaginaos nueve. Eso si, ese día fue especial: Mi padre estaba allí. Eh, que mi padre nunca había estado en un parto, así que cuando le vio el médico, alucinaba:

- Coño Dionisio!

- Coño, Yiors Cluni.

Bueno ahora en serio. El médico le dijo a mi padre:

- Caballero, ha habido un problema en el parto y su hijo ha nacido sin piernas ni brazos

Mi padre pensaba que los niños eran como los airgamboys, primero venía la cabeza y el tronco, luego las manos, luego los pies… así hasta que cumplían los 18 años y estaban completos para marcharse de casa. Por eso mi padre preocupao preocupao no estaba, porque el niño aún servía para meterlo en la cajita y partirlo por la mitad y como no se podría mover:

- Que levante la mano quién no quiera que le corten por la mitad. (mirando a los lados) Ah como tu no tienes manos, como tu no tienes manos… haberte pedido unas

Claro, el médico cuando vio el cachondeo que tenía mi padre, se puso serio y continuó:

- Caballero siéntese que aún no le he contado todo. A parte de las extremidades el niño ha nacido también sin tronco y le faltan algunos órganos vitales.

El médico extendió las manos y le entregó a mi padre la toalla con lo que quedaba del niño. Dos orejas, menuda faena. Ni que se hubiese corrido en Las Ventas. Claro mi padre, que era la primera vez que iba de parto, pues se emocionó, cogió las orejas y le grito al niño:

- Hijo mío, vas a venir conmigo a recorrer mundo.

El médico cuando vio lo que estaba haciendo mi padre le tuvo que decir:

- No se moleste en gritarle, el niño es sordo.

Después de esto no hemos vuelto a ver a mi padre, creo que hizo un juego de desaparición. Pero se llevo al orejas con él. Así que ahora estamos ocho.

Eso si. Ahora a mi madre la teníamos en un pedestal, porque si mi padre la vuelve a enganchar ríete tú de la familia numerosa, media España tenía ocupada con niños. Claro que mi madre también aprendió que ya había abusado de la magia con los polvos, así que se dedico a la magia con cartas.
Era alucinante ver lo que hacia con las cartas, una destreza algo increíble. Casi siempre nos hacía juegos de cartas para comer, alguna vez en la cena o cuando había invitados. Eso si que era bueno. Imaginaos… reunión familiar con amigos y poco más. Unas cincuenta personas para comer. Hombre, entre abuelos, tíos, primos, parejas y dos o tres amigos parecía eso una boda. Ahí mi madre se explayaba. Sacaba su barajita, se ponía a mezclar, sacaba a unos voluntarios que cogían una carta cada uno y decía:

- 54 cartas. Hemos mezclado varias veces. Habéis cortado libremente por donde habéis querido. Imaginad que, casualmente, habéis cortado por los ases.

Daba unos pases mágicos, así sin polvos, giraba las cartas y… efectivamente los voluntarios habían cortado por los Ases. La sorpresa del público era grandísima, sobre todo cuando decía:

- Hoy comemos a la carta, sólo comen los Ases.

Claro que siempre había un listillo que había sacado un comodín y decía:

- … y el comodín que vale por todas ¿también come?

- El comodín friega

Claro que después de ver eso se te quitan las ganas de magia ni ná. Lo que pasa es que siempre hay una oveja negra en la familia, (haciendo gesto de señalarse) y en la mía hay muchas... pero especialmente mi hermano pequeño que desde que se leyó el primer libro de Harry Potter quería ser mago. Así que para quitarle las ganas y que supiese lo que era eso de la magia, un día que echaban la película por la tele en una de esas cadenas privadas que no ponen casi anuncios (como antena 3, tele cinco… la primera), pusimos a mi hermano frente al televisor, se fueron a publicidad y, cuando volvieron, a Harry Potter le había cambiado la voz:

- Hola, chato. ¿Quieres ver mi escoba?

Parecía Carmen de Mairena… Desde entonces en mi familia directa, mis hermanos y tal, ya no queda nadie que quiera dedicarse a eso de la magia. Abogados o policías tal vez, que nunca sabes cuando te puede hacer falta uno en la familia. Pero ¿magos? Por favor…

Ahora sin más dilación ni dilatación, paso a presentarles a un primo mío, que de mío no tiene nada y de primo tiene un rato. Así que pido un fuerte aplauso para:

(Voz de boxeo) “El rey de las cartas“ ”El As de picas” “El As de corazones” “El As-queroso”“El mago más sexy que se encuentra en esta sala”, bueno el más sexy no, pero es el único que tenemos. Un fuerte y caluroso aplauso para ARDO GWYDDON.

6 comentarios:

  1. ¿Y qué queréis que le haga? Era mi primera vez, mi primera colonia, chispas. Bueno, era la primera vez qeu presenté ese espectáculo y la tercera o cuarta que me subia a un escenario ene se plan... pero todo mejora, aunque en mi caso empeora. Estoy yayo.

    Y no es excusa, jejeje. Que vergüencita que me da.

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  2. Jajaja chispas... :)

    Pero chiquillo, si es que tú te lo dices todo... quién dice que esté mal?...

    Besos

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  3. Uff...

    pues omo tu digas :)

    besos yayo!

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  4. Ya me he reído con el título...

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  5. El vídeo no está mal hombre!!! se te ve un poco asín pero está muy bien!

    Oye y lo de los polvos también lo haces tu? jajajajajajajjajajajja

    Yo es que solo te he visto con las cartas :P

    Besicos

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  6. Por favor, a mí tutéame siempre...

    :P

    A mí me ha gustado, pero mi opinión no cuenta porque no soy objetiva: Me gusta hasta lo que pones entre paréntesis jajajjajaj

    Saludos :)

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La máscara del más turbado